En el deporte la victoria no
lo es todo, no al menos en el deporte de formación donde valores como el
esfuerzo, la superación o el compañerismo cobran una importancia crucial. La
victoria no carece de valor, pues de hecho la preparación del deportista debe
estar encaminada a la consecución de la misma. La competición debe hacernos
preparar para conseguirla, pero siendo un objetivo no es el fin. No al menos en
el deporte de formación.
Viene esto al caso por lo
vivido el pasado fin de semana en el que los equipos de Balonmano Cuarte difícilmente
pudieron estar más lejos de la victoria y a la vez más cerca de sus objetivos.
Hacer equipo, enseñar a luchar juntos, enfrentarse a retos complicados y sobre
todo disfrutar. Disfrutar del deporte.
El equipo alevín disputo su
primer partido en la categoría, con todo lo que esto supone, cambio de campo en
cuanto a las dimensiones, mayor número de jugadores, mayor esfuerzo deportivo y
además enfrentarse a niños de edades superiores hasta en dos años y de una
notable mayor envergadura. Todo ello no supuso el más mínimo problema para los
nuestros que además sumaron bajas importantes en el equipo. Poco les importó, y
la mejora se notaba cuarto a cuarto. Enfrente teníamos al equipo de Cristo Rey, un buen equipo con más
horas de vuelo. Pero para los nuestros un 10 en esfuerzo, sacrificio y ganas de
superarse.
Y luego los más pequeños que
nos dieron otro recital de “ganas de balonmano” luchando frente a un Balonmano Moncayo con niños que les
doblaban en tamaño y experiencia. Y disfrutando. Disfrutando sin parar. Así da
gusto. Como postre unos padres igualmente entusiastas que no dudaron en marchar
todos juntos al Príncipe Felipe a
animar al Balonmano Aragón y de paso
al entrenador de nuestro equipo, el gran Asier
Antonio.
Lo dicho, Viva el Balonmano.
Os dejo aquí una pocas foto. Disfrutarlas también.